Ramón Gómez de la Serna y Salvador Bartolozzi (1)
Los dibujos, recuperados para este blog, corresponden a obras de Bartolozzi en sus años parisinos. Están incluidos en el artículo de Pier Ludovico Occini, "Artisti spagnoli Contenporanei. Salvador Bartolozzi", Vita d'Arte.1910, feb. Volume 5, Fascicolo 26
________________________
Unos artistas de categoría aparte cumplen la misión de liberar al arte. Son como escritores de la palabra, como taquigrafeadores de lo que los otros plasman con más paciencia. Estos artistas son los dibujantes. Yo siempre los he querido a mi lado. Ellos siempre estuvieron al lado de los innovadores y sirvieron a la propaganda.2
Así definía Ramón Gómez de la Serna en Ismos el papel de los dibujantes, expresando su actitud abierta y cooperante hacia unos artistas con los que mantuvo permanente relación y testimoniando su comprensión de la idoneidad del dibujo como mediador ideal entre la literatura y las artes.
Alrededor de Ramón y sirviendo su voluntad de singularizar sus publicaciones confluyeron dibujantes de primera fila, que dotaron de un particular sello gráfico a sus textos según las coordenadas plásticas señaladas por el literato en diversas fases de su producción. Sin embargo, en el caso del madrileño Salvador Bartolozzi la relación entre escritor y dibujante cobra especial significación por sus íntimos lazos de amistad y sus no pocas coincidencias en la concepción de la creación artística y literaria.
Dentro de la inmensa variedad de las publicaciones de Ramón antes de la Guerra Civil, se podrían distinguir, de forma muy esquemática, cuatro etapas en su presentación gráfica:
- Entre 1909 y 1913 Julio Antonio, Bartolozzi e Ismael Smith dotan a sus escritos de una imagen acorde con los ecos del prerrafaelismo y del simbolismo finisecular, pero que se proyecta hacia las novedades postmodernistas
- Entre 1914 y 1917 corresponde la exclusiva a Salvador Bartolozzi como intérprete del primer "Ramonismo" con variedad de registros plásticos, desde la caricatura al expresionismo
- A partir de 1918 se rompe dicha exclusiva y el propio Ramón, al tiempo que colabora con gran número de dibujantes -entre los que destacan Romero Calvet, Bon o Apa-, se convierte en el más característico ilustrador de su propio "ismo", creando la "greguería gráfica"
- Finalmente, entre 1927 y 1936, actualiza la presentación de sus libros y artículos con la colaboración de pintores de vanguardia e ilustradores de tendencia neocubista como Almada Negreiros, Climent o Beberide.3
Dibujo de Bartolozzi en sus primeros años en París. Puede apreciarse la firma Batlle junto a la suya (véase aquí)
Entre todos los artistas que integran tan selecta nómina de ilustradores, tan sólo Bartolozzi se mantuvo con distinta regularidad como colaborador del escritor a lo largo de los veinticinco años que median entre la delicada portada de El laberinto (1910) y las ilustraciones de trazo ingenuo y expresivo de la serie de Estampa "Siluetas de Pombo" (1936). Fue además, con Gutiérrez Solanay Romero Calvet, el más caracterizado notario gráfico del cónclave pombiano, centro de la vida cultural madrileña de entreguerras y en el cual Bartolozzi jugó un papel relevante, a la sombra del pontífice Ramón. En suma, cinco lustros de estrecha relación y continuo intercambio artístico e intelectual, cuyo testimonio queda apenas reflejado en el más de medio centenar de dibujos de Bartolozzi y en las diversas glosas y recuerdos del literato a propósito del artista y amigo.4
PRIMEROS ENCUENTROS. PRIMERAS COLABORACIONES (1909-1913)
Cuando en Automoribundia dirige Ramón su memoria a los años que transcurrieron entre la adolescencia y la juventud, los de su tímido entrar en el fuego de la sociedad literaria madrileña, destaca la figura de Salvador Bartolozzi designándolo como "el bautizador y confirmador de mis inquietudes literarias".
Frente al pequeño círculo de aquellos "literatos perdidos e ingenuos" -los Ramírez Ángel, Andrés González-Blanco, Javier Valcarce o Hernández Luquero- el joven parece atraído por la aureola de prestigio y el perfil anticonvencional del dibujante recién llegado de la capital europea del arte, así como por su peculiar experiencia amorosa:
A mi me impresionaba lo que tenía de artista seguro y desdeñoso más aquella intensa vida que había llevado en París, en donde se había tenido que desprender de la gloria y de una mujer, una de esas francesas que se pegan como una lapa al hombre y de la que tuvo que huir dejándole todo lo que poseía y saliendo por una ventana.5
Se refiere Ramón a la conocida experiencia "apache" de Bartolozzi (aquí). Un aspecto que queda en el retrato del artista como huella permanente. Así, años más tarde lo dibuja en Pombo como "apache sagaz, lleno de astucia, de imaginación y de procedimientos".
Sin duda, para el joven literato tendría mucho atractivo la incursión de Bartolozzi en el mundo artístico y literario parisino, así como su renombre entre la crítica. Por eso mismo le resultaba paradójica su trayectoria, con el regreso a España: la imagen externa del triunfador precoz que por amor renuncia a todo, tal y como lo caracteriza Ramón en sus recuerdos de Automoribundia:
[...] Bartolozzi, que era un Toulouse-Lautrec al estilo español -que es lo que comenzó a ser Picasso- se volvió a España como un superviviente de la muerte de otro que era él mismo; un lío que no ha desliado en toda la vida y que lo hace sonreír como si hubiese disfrutado la gloria desde un seudónimo. Muy joven cuando sucedió todo eso, le quedaba mucha vida por delante para contemplar aquella duplicidad noble y fallida.9
Fue en este singular momento de la vida de Bartolozzi, alrededor de 1908-1909, cuando inicia su relación de amistad con Ramón Gómez de la Serna. Y el dibujante se convierte entonces en el más firme apoyo del literato en una época de incertidumbre, de mantenerse "en el no lograr nada" que evoca así Ramón:
[...] no podremos olvidar aquellas tardes del café Universal ricas en amistad, en consultas, en café y en espera del Ideal [...] Gracias a ese asesoramiento tesoral de Bartolozzi yo me sentía más literato y me preparaba a la persistencia de años que dura el llegar a no ser nadie, aunque uno se sienta alguien en medio de la perdición.11
Bartolozzi se había reincorporado al ambiente familiar de los sótanos de la Academia de San Fernando, donde su padre, el toscano Lucas Bartolozzi, era jefe de taller de vaciado y reproducciones artísticas. Salvador compaginaba su propia actividad profesional de ilustrador con la colaboración en las tareas de su padre y su hermano Benito en el taller.12 Con cierta perplejidad recordaba Ramón los tiempos en los que iba a buscar a Salvador a la Academia:
Su misma catacumba le daba un aspecto de ratón genial, entre los moldes de las momias del arte, como si aquellos tropeles corpulentos tuviesen en su revés el matiz de la poesía escultórica del pasado y algún modo de resurrección.13
[...] Allí estaba Salvador pintado de yeso como un payaso, haciendo de partero de las obras de arte antiguo, gestando Venus y Mercurios valiéndose de los buenos moldes que poseía la vieja Escuela de Arte. Los amigos recibían algunas de aquellas parturencias, y yo tuve bustos del Renacimiento y estatuas egipcias de tamaño natural y cuerpo perfecto. Pero aquella vida se veía que era provisional y que Salvador era un enmascarado que estaba viviendo otra vida que l a suya propia. Aquella era una eventual vida de artesano que dormía hasta la siesta para soñar en otra cosa.14
Durante este primer periodo de relación existe una coincidencia evidente entre el arte de Bartolozzi y la literatura de Ramón. Obviamente, aquel "asesoramiento tesoral" debe incluirse entre la multiplicidad de influencias que el escritor asimila como suyas; no obstante, con una jerarquía notable y por supuesto superior a la simple mención siempre marginal que la crítica le ha dedicado hasta la fecha.
Ya de por sí significativo es el papel del dibujante, junto a Julio Antonio e Ismael Smith, en la definición del sello gráfico característico con el que Gómez de la Serna quiso desde sus inicios subrayar la singularidad de su literatura, y que ya en su tiempo percibía Alfonso Reyes:
El formato, el espesor, el material y la letra, los dibujos de Bartolozzi (mujeres desnudas y feas, antifaces, rejas cabalísticas, tableros de ajedrez) todo da a sus libros un aire inconfundible.15
Fuente: Boletín Ramón
NOTAS
2 "Toulouselautrecismo" en Ramón Gómez de la Serna, Ismos, Madrid, Guadarrama, 1975, p. 147.
3 La relación de texto e imagen en la literatura de Ramón apenas ha sido objeto de estudio en profundidad. Sería deseable un análisis en detalle de la ilustración gráfica en el conjunto de su obra que, unido al de las relaciones del escritor con artistas cercanos como Julio Antonio, Gutiérrez Solana, Viladrich, Diego Rivera, Bagaría o los Zubiaurre y al de su personal interpretación de las artes, ha de proporcionar sin duda reveladoras claves en la lectura de su obra. La clasificación aquí apuntada es, naturalmente, muy provisional e incluye tan sólo a los más habituales colaboradores del escritor.
4 Bartolozzi realizó las siguientes colaboraciones,portadas e ilustraciones:
- El laberinto (drama), Separata de Prometeo, Imprenta Aurora, Madrid, 1910 (portada)
- La bailarina (pantomima en un acto y dos cuadros), Separata de Prometeo, Imprenta Aurora, Madrid, 1911 (portada)
- El lunático (drama en un acto), Separata de Prometeo, Imprenta Aurora, Madrid, 1912 (portada)
- Tapices, Madrid, 1913 (portada)
- ElRuso, El Libro Popular, núm 10, 11-III-1913, (portada e ilustraciones)
- El doctor inverosímil, La Novela de Bolsillo, núm. 22, 4-X-1914 (portada e ilustraciones)
- El rastro, Sociedad Editorial Prometeo, Valencia, 1915 (portada)
- "El Baile de las viudas", Por Esos Mundos, 240 (I-1915), pp. 27-32
- "El café recóndito", Por Esos Mundos, 241 (II-1915), pp. 142-151
- "Los locos de Castilla", Por Esos Mundos, 244 (V-1915), pp. 495-304
- "La muñeca rusa", La Ilustración Española y Americana, 48 (30-XII-1915), pp. 990-991
- Senos, Madrid, Imprenta Latina, 1917 (portada)
- El circo, Madrid, Imprenta Latina, 1917 (portada)
- "El saltamontes rojo", Los Lunes de El Imparcial (18-II-1923)
- "La gallipava. Novela corta", Los Lunes de El Imparcial (18-II-1923)
- "La paloma del rey", La Esfera, 581 (28-II-1925)
- "Siluetas de Pombo. Tipos raros de Pombo", Estampa, 370 (16-II-1935)
- "Siluetas de Pombo. Café y aquelarre", Estampa, 375 (23-III-1935)
- "Siluetas de Pombo. Noche movida", Estampa, 390 (6-VII-1935)
- "Siluetas Pombo. Algunos desaparecidos", Estampa, 398 (31-VIII-1935)
- "Cosas de Pombo. Nuevos lunáticos", Estampa, 439 (13-VI-1936).
9 Automoribundia, op.cit., pp. 246-247.
11 Automoribundia, op. cit., p. 247.
Luis S. Granjel señala la habitual presencia de Bartolozzi en la primera tertulia de Ramón en su domicilio de la calle de la Puebla, junto a los hermanos González Blanco, Ramírez Ángel, Javier Valcarce, Hernández Luquero, Eugenio Noel, Emilio Carrere, Dorio de Gádex, Viladrich, Julio Antonio y los hermanos Calleja. También confirma la asistencia del dibujante al "Banquete de Primavera" organizado por Ramón en La Huerta en abril de 1912, con presencia de la artista de variedades "La Manón" y los habituales de su entorno, Julio Antonio, Viladrich, Bagaría, Borrás, Avecilla, González Blanco y Gómez-Hidalgo, firmantes todos de la convocatoria "Para festejar la Primavera, dejándonos ganar por sus supersticiones, sus accesos, sus atroces violencias y sus rebosos" (Retrato de Ramón, Madrid, Guadarrama, 1963, pp. 67-69).
12 Sobre el ambiente del taller y la labor de don Lucas, padre de Salvador y de su hermano Benito Bartolozzi, véase: Pablillos de Valladolid, "Los Bartolozzi", Por Esos Mundos, 237 (X-1914), pp. 441-447.
13 Automoribundia, op. cit., p. 246.
14 Nuevos retratos contemporáneos y otros retratos, Madrid, Aguilar, 1990, pp. 726-727.
Comentarios
la verdad es que me gusta mucho tu página web, la encuentro muy interesante aunque no me la he leido entera.. estoy interesada particularmente en Toulouse Lautrec. Estoy haciendo un trabajo universitario y busco vinculos entre Toulouse y Bartolozzi y Ramón Gómez de la Serna.
Si supieras algo y pudieras aportar tu granito de arena te lo agradeceria!
muchas gracias,
Karla.